martes, 2 de octubre de 2012

les yeux

Siempre lo mismo y me despierto a las 4 y 26 decían Rubén y Leiva. Pues a mi con el blogspot me pasa algo parecido...Es empezar una nueva etapa en mi vida y tengo necesidad de vincularla con internet, porque vivir conectado es vivir mejor. A primera vista puede parecer una pérdida de tiempo, pero es que a mi me gusta malgastarlo, ver como las cervezas que me tomo en las terrazas consumen su espuma mientras me fumo un cigarro y desear no estar en ningún otro sitio. No me acuseis antes de hora que eso lo hacía Horacio Oliveira con sus amigos del Club de la Serpiente en París y no es comparable a mi situación. No obstante siento que aquí se me escapa algo y es el calor de la famosa terreta valenciana, pero no ese calor pegajoso y húmedo, no; el calor que echo de menos es el de los fogones de casa de mi linda abuelita. Creo que es lo único que me falta aquí en Lyon, una buena comida con ellos, por eso cuando un olor familiar invade mi casa y mi cerebro intento mantener les yeux fermés e imaginarme que sigo allí, comiendo con ellos pero con una baguette rellena de queso brie bajo el brazo.









2 comentarios:

  1. La verdad es que si se echa de menos algo de casa es el calor por la gente que dejamos allí y la comida.
    El otro día comí una paella de marisco, pero ojo al dato con CHORIZO y encima picante, que yo lo adoro, pero oiga estamos locos? Me alarmé y salí de mi habitación para hablar con la mujer de mi piso en plan: ESTO ES REAL? jaja

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  2. JAJAJ, Cristina no había visto este comentario hasta ahora. Pues si, yo adoro la comida casera de mi abuelita y no la cambio ni por Lyon entero. Lo de la paella de marisco con chorizo es un desacierto culinario en toda regla, pero bueno estás en París, ciudad que convierte en delicia un simple pan con mantequilla en el Café de Flore :D

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